Cuando hablamos de capitalismo no hablamos únicamente de un modelo económico, sino de una forma de actuación y comportamiento por parte de la mayoría de las empresas y gobiernos de la actualidad que rige actualmente la actividad económica en prácticamente todo el mundo. Schumpeter lo define como “un proceso continuo de innovación tecnológica y destrucción creativa” impulsado inicialmente por empresarios individuales que buscan beneficios de largo plazo. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que han entrado en escena algunos factores que están provocando que su interpretación varíe, como la digitalización y la sostenibilidad. Este último ha hecho que un término como “capitalismo sostenible” sea cada vez más frecuente, y esto hemos debatido en el último On the Edge.
Uno de los primeros ponentes, Sebastián Cebrián, apunta a un posible jaque del capitalismo tal y como lo hemos conocido en los últimos años ya que actualmente el sistema de gestión empresarial no se basa únicamente en obtener rendimiento para los accionistas e ingresos para la compañía en general, sino que ahora son cada vez más las que se preocupan por una sociedad más justa y un bienestar común de todos los agentes de interés, y es aquí dónde las empresas “tienen la obligación de comenzar esta etapa de reconstrucción del nuevo capitalismo”.
Por otro lado, Esizcar nos aporta una visión totalmente diferente y nos afirma que el capitalismo en sí no esta en jaque. Sigue existiendo, pero está evolucionando en los últimos años hacia un concepto mucho más “moderno”, ya que anteriormente el objetivo básico era generar y ganar dinero y aumentar resultados, mientras que ahora entramos en otros parámetros de satisfacción, no solo monetaria, sino también repercutible a todos los niveles de la organización y de la sociedad.
Para Marta González la sostenibilidad es una tendencia que tiene que ir de la mano con los modelos de gestión de las empresas si quieren sobrevivir en el entorno en el que nos encontramos actualmente, utilizando también esta “tendencia verde” para gestionar los impactos económicos de las mismas, es decir, que el modelo tarde o temprano cambiará. De hecho, nos introdujo el “greenwashing”, algo que para muchos era desconocido, y es que ahora con las tendencias ecológicas de las que estamos siendo partícipes la sociedad y todos los agentes de interés, hay muchas empresas que crean una imagen ilusoria de preocupación por el medioambiente cuando en realidad sus actividades no ayudan nada a erradicar el problema, sino que lo agudizan todavía más. Para Marta, el “greenwashing” es una forma de lavar tu imagen y tiene un efecto bumerán horroroso y sin precedentes.
Por último, Manuel Alegre nos habló desde un punto de vista más cercano al derecho y las perspectivas legales que conlleva todo este asunto. Al igual que la sostenibilidad, el derecho no tiene que ser algo pasajero sino una forma de ser y actuar también para las empresas. Comentamos durante el On the Edge que el capitalismo se estaba transformando de una manera evidente y aquí es donde también aparece el derecho para introducir cada vez más normas que tienen como objetivo forzar este cambio de aptitudes y comportamientos hacia un capitalismo más sostenible.